martes, 12 de octubre de 2010

TANTO MONTA, MONTA TANTO...

Vivo a 15 quilómetros de algunos de mis amigos que viven en Barcelona. Es decir que ellos están a 15 quilómetros de donde yo vivo.

Para ir a Barcelona puedo coger el coche e ir directamente, o desplazarme (en coche o autobús) hasta la estación de Renfe y llegar a la ciudad en ferrocarril y luego tomar el metro (dependiendo de dónde se haya quedado). La primera opción es más cómoda, pero más complicada en cuanto al tráfico; la segunda, es más complicada, pero más cómoda.

Pues bien: ¿por qué será que "quedar" tiene siempre implícita la idea de "en Barcelona"? Si eres "de fuera" podrás comprobarlo tú mismo: el urbanita cree que el resto del mundo hace bajada hacia Barcelona, y que es lo más fácil para reunirse. 

Mi pueblo también "hace bajada". Hay cafeterías, restaurantes y un cine a ocho quilómetros. No vivo en medio de la nada. ¡Hola! Aquí, María Alejandra, desde el extrarradio, hablando para la "civilización" desde el desierto más absoluto.

Y digo yo que tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando. ¿O no?

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