Vivo a 15 quilómetros de algunos de mis amigos que viven en Barcelona. Es decir que ellos están a 15 quilómetros de donde yo vivo.
Para ir a Barcelona puedo coger el coche e ir directamente, o desplazarme (en coche o autobús) hasta la estación de Renfe y llegar a la ciudad en ferrocarril y luego tomar el metro (dependiendo de dónde se haya quedado). La primera opción es más cómoda, pero más complicada en cuanto al tráfico; la segunda, es más complicada, pero más cómoda.
Pues bien: ¿por qué será que "quedar" tiene siempre implícita la idea de "en Barcelona"? Si eres "de fuera" podrás comprobarlo tú mismo: el urbanita cree que el resto del mundo hace bajada hacia Barcelona, y que es lo más fácil para reunirse.
Mi pueblo también "hace bajada". Hay cafeterías, restaurantes y un cine a ocho quilómetros. No vivo en medio de la nada. ¡Hola! Aquí, María Alejandra, desde el extrarradio, hablando para la "civilización" desde el desierto más absoluto.
Mi pueblo también "hace bajada". Hay cafeterías, restaurantes y un cine a ocho quilómetros. No vivo en medio de la nada. ¡Hola! Aquí, María Alejandra, desde el extrarradio, hablando para la "civilización" desde el desierto más absoluto.
Y digo yo que tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando. ¿O no?
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